martes, 16 de diciembre de 2008

otro comentario en la red.

AQUAMAN, el cómic y el teatro se dan la mano.


(click en el titulo para leerlo en su pagina original)

Diciembre 16, 2008

El otrora famoso superhéroe, el fundador de la Liga de la Justicia, protago- nista en cómics y series de televisión ha caido en desgracia. se encuentra prisionero en una especie de oceanario donde cada tanto le obligan a realizar números como si fuera una foca o una ballena. Éste es el punto de partida de la obra pero en realidad, el texto que Diego Velázquez pone sobre el tapete es mucho más que la historia de una atracción de feria; es un recorrido por las profundidades de un personaje que se encuentra en una disyuntiva existencial. Aquaman, el superhéroe cuyos poderes son insignificantes para muchos, y que además está de capa caida pero que antaño fue tan importante como Superman o Batman se siente absolutamente desdichado. Porque, ¿qué secretos esconde el mar que no conozcamos ya?

Los celos, la envidia, la nostalgia y la impotencia son los elementos que Velázquez extiende durante la hora de duración de la obra. Prácticamente es un monólogo, donde el personaje protagonista reflexiona sobre un pasado espléndido y un presente oscuro. Una manera de humanizar al héroe que antes era casi un dios y que ahora recibe, ya no el trato de un ser humano, sino el de un animal. Pero no se vayan todavía, aún hay más: sus amigos le han abandonado, y comprueba con angustia como una nueva hornada de superhéroes le están apartando del recuerdo y del prestigio acumulado.

Diego Velázquez es el responsable de tamaña propuesta, ya lo habíamos visto en El Rey Lear, por allá el 2006 en el teatro San Martín y en Los Sensuales donde junto a Stella Galazzi fue lo mejor. Ahora, se vuelve a vestir con el traje de actor-director-dramaturgo y el resultado es brillante. El uso del radiocassete devencijado, donde Aquaman escucha una y otra vez segmentos de la serie de televisión donde aparecía, el pescado muerto, el póster de Tiburón, la montaña de conchas (perdón) marinas, las proyecciones del mar donde representa los números para diversión de propios y extraños, hacen de esta obra un espéctaculo poderoso y seductor a la vez que inteligente y sutil. Cabe destacar también el papel de Pablo Cura el cuidador del Oceanario con el que Aquaman comparte su soledad y sus reflexiones cuasi autolíticas.

Junior Galante

1 comentario:

Angie Angelina dijo...

Diego: Por problemas tecnicos, recien publique hoy la critica de tu espectaculo.
Bueno
saludos
y Felices Fiestas
Silvia Urite
www.silviauriteteatro.blogspot.com