viernes, 24 de octubre de 2008

Crítica en REVISTA SIAMESA

Por Vivian García Hermosi

'Yo no quería esto. Yo quería un amor esplendido, alguien a quien decir: tanto, siempre, eternamente. Yo no quería este cuerpo extraordinario y sin uso, quería esa fuerza que tenía mi padre cuando cantaba los sábados al mediodía'

Resulta que los superhéroes también son humanos.

Aquaman se nos presenta así: el superhéroe más humano del mundo.

Celoso, nostálgico, desesperado. Sin doble cara, sin novias famosas que se matan tratando de descifrar su secreto, él sólo supo ser Aquaman. Nada más. Este Aquaman es envidioso de las dobles identidades de Clark Kent o Peter Parker.

En esta pieza teatral se descata la utilización de las imágenes. El dialogo con lo audiovisual se mezcla con naturalidad con la rica actuación de Diego Velásquez. Y lo mejor es el pantallazo a un mundo marino onírico a través del corto de animación de Bernardo Greco que se proyecta a la mitad de la obra.

Por momentos da la sensación de que estamos ante la representación de un cantante pop caído. Un espécimen único que ama las cámaras, que sueña con la fama que se escapó. En otros momentos se presenta nada más que como un nene perdido que no puede encontrar el camino de regreso.

Hijo de un marinero que no amaba el mar sino que odiaba a la tierra, solitario, bajo el cuidado con desgano de su ¿amigo?, su ¿secuestrador?, su ¿empleado?, lo encontramos debajo de las luces.

A veces ríe. A veces llora.

¿Qué es Aquaman? ¿ Quién es Aquaman?

¿Estuvo enamorado de la mujer maravilla?

¿Qué sueñan los peces debajo del agua?

¿Qué sueñan si están en la tierra?

1 comentario:

Anónimo dijo...

los peces en tierra sueñan q son mariposas