miércoles, 6 de febrero de 2008

La sirenita, de Hans Christian Andersen

" La sirenita no tenía mayor alegría que la de oír hablar del mundo de los hombres; la anciana abuelita tenía que contarle cuanto sabía de los barcos y las ciudades, los hombres y los animales, y la pequeña encontraba sobre todo maravilloso que las flores, en la tierra, tuviesen perfume, cosa que no poseían en el fondo del mar, y que los bosques fueran verdes, y que los peces, que se veían por entre las ramas, pudiesen cantar tan alto y tan lindamente que era un placer oírlo"

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